domingo, 6 de enero de 2013

PARROQUIA


 POMASQUI GOLEÓ A RITMO DE PASACALLE
La Selección de futbol de Pomasqui tiene un parecido
               Al equipo de aucas por los colores del uniforme
Jugada

Estadio lleno. Pintado de amarillo y rojo. La matraca aturdiendo a quienes están cerca y los tambores retumbando, al tiempo que marcan el ritmo de los cánticos. Sí, parece que estuviera describiendo el ambiente de un partido del Aucas, pero en realidad es un encuentro de la selección de Pomasqui, en el campeonato de la Asociación de Parroquias Rurales de Quito.
Pomasqui (amarillo-rojo)
Zambiza(concho de vino -blanco)

El combinado de los “Sangre de campeones” también se distingue por el amarillo y rojo. Y, como si fuera cuestión de colores, igual mueve a miles de personas cuando tiene un partido oficial.
El domingo no fue la excepción. Se paralizó la parroquia porque la mayoría acudió al estadio Olímpico para mirar el partido contra Zámbiza, por la fase de grupos. El último juego del año era clave porque necesitaban los puntos para acercarse a la clasificación.
Era tan importante que algunos jugadores tuvieron problemas para manejar la presión, principalmente en el primer tiempo. Salvo la ocasión que desperdició Antonio Pánchez, solo frente al arquero, los dueños de casa no generaron peligro. Al contrario, Zámbiza estuvo a punto de anotar, aunque también falló en la definición.
Los pomasqueños mejoraron su rendimiento en el segundo tiempo y así llegó el primer gol por intermedio de José Trávez.
La alegría les duró poco porque Zámbiza empató por intermedio de Alexis Arias. Sin embargo, Pomasqui no bajó los brazos y llegó al segundo gol: Antonio Pánchez se reivindicó de todos sus yerros y anotó de penal.

Luego de ese tanto, la visita empezó a jugar brusco y producto de ello se quedó con nueve jugadores. Salieron expulsados Diego Galarza y Jorge Junia. De eso se aprovecharon los locales y marcaron dos goles más, Xavier Rosales y Cristian Hermosa. Con el 4-1 en el bolsillo, los “oro y grana” se dedicaron a conservar el balón, esperando el pitazo final, al tiempo que desde las gradas se escuchaba con fuerza “soy pomasqueño por eso yo canto el pasacalle lleno de amor...”

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