domingo, 6 de enero de 2013

PARROQUIA

EL JUEGO DE LOS JUEGOS

Pomasqueño
En las canchas del estadio de Calacalí, se reúnen los dirigentes de cada equipo. El presidente del campeonato agradece a la prensa (yo) por estar presente, hace un llamado a la organización,  sortea los grupos de competencia  y dirige un breve discurso al graderío: “Este es uno de los pocos deportes en los que se utiliza la fuerza bruta y nunca hay peleas; es nuestra tradición, une pueblos y hace amistad; es una competencia de igualdad y fraternidad. ¡Que comience el campeonato de pelota nacional!”
Paradójico, y nunca antes visto, se juegan dos duelos deportivos en la misma cancha. Se  divide la pista de forma longitudinal; en un lado se mide el equipo de Pomasqui vs Puembo y en el otro, Calacalí vs Guayllabamba. Son 20 personas, fornidas y fuertes como  jugadores de rugby, los que se agrupan bajo el intenso sol del medio día.
Realmente confuso 
El modo de juego de la pelota nacional se asemeja mucho al tenis, pero es más complejo. La pelota es tres veces más grande y pesa 12 libras, la raqueta se sustituye por una tabla de madera con “pupos” de caucho que pesa 13 libras. Se juega por puntos: si la pelota es lanzada fuera o si no pasa de la mitad de la cancha, son 15 puntos para el otro equipo. Si la pelota pasa de la raya o si golpea a un jugador son 15 puntos para el equipo que lanza, además de una botella de puntas que la tradición popular otorga al jugador que le atinó.
(Gordo) Pomasqueño
El objetivo es ganar terreno con la pelota en el aire como en el fútbol americano, pero  de un modo muy sofisticado: sin utilizar la fuerza cuerpo a cuerpo. En un lado se ataca y en el otro, se defiende. Cuando algún equipo ha acumulado 45 puntos, intercambian posiciones. Son cinco personas por equipo. Un Sacador, quien “batea” la bola lo más lejos posible cuando defiende y devuelve la bola, sin dejarla caer, cuando ataca; un Torna (jugador), quien devuelve la bola en ambos casos; otro Torna en media cancha; y dos Cuerdas (jugadores), quienes evitan que la bola del otro equipo avance cuando les toca defender.
La mayoría de asistentes, con excepción de los más adultos, aseguran no entender las reglas. Pero esto es intrascendente: para eso está el juez de cancha. No se escucha ningún reclamo o insatisfacción cuando los 87 años de experiencia deportiva de José Benítez otorgan la última palabra en todo este embrollo. 
FUERZA POMASQUI
La hinchada también forma parte del juego. Las bromas y sugerencias que los aficionados hacen a los jugadores vuelven al partido más humano e incluyente. Los dirigentes de cada equipo han traído una poma de puntas para brindar a la afición. Gracias a ellos, los graderíos del estadio se han convertido poco a poco  en una pequeña cantina a cielo abierto. En este encuentro, no faltó el gracioso borrachito que le quitó la tabla al Sacador para demostrarle “como los verdaderos hombres deben sacar”.
Al final de la jornada, como en todo  encuentro deportivo, quedan las camisetas sudadas y los zapatos sucios en las bancas. Las lesiones de unos cuantos jugadores no detiene la algarabía que se formó gracias al alcohol y las expectativas del próximo campeonato. Del mismo modo en el que Brasil es el campeón supremo de la Copa Mundial de Fútbol, Pomasqui se lleva por decimosexta vez el trofeo del campeonato de pelota nacional.
REFERENCIAS:
http://elimperdible.ec/web/deportes/el-juego-de-los-juegos.html

1 comentario:

  1. Es interesante conocer que los pobladores del sector Pomasquí, practican este deporte hasta cierto punto desconocido por otras personas, por lo que a través de este blogg se lo podría dar a conocer. Definitivamente es un juego en el cual se ve reflejado el trabajo en equipo, una forma sana de divertirse y participar

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